REGAÑAR y REGAÑO, junto con el port. arreganhar (arreganho), cat. reganyar (regany), oc. reganhar (reganh) y alto-italiano regagnar, origen incierto: parece emparentado con el lat. GANNIRE ‘regañar, refunfuñar’; probablemente de este verbo latino se derivó en vulgar un sustantivo *REGANNIUM (de donde regaño) y de éste el verbo *REGANNIARE; en cuanto al fr. rechigner ‘enseñar los dientes, refunfuñar’, Delfinado recagner, Lión rechagnî íd., vendrán del mismo *REGANNIARE, alterado bajo el influjo de CANIS, por ser propio de perros el gañir y enseñar los dientes.

1.ª doc.: Berceo.

El pecador es acometido por el demonio «en manera de can, firiendo colmelladas: / vinié de mala guisa, los dientes regannados, / el cejo mucho turbio, los olas remellados / ...» (Mil., 471a); Alex.: «cuemo querién morir estavan denodados, / firiénlos e firién a dientes regañados» (1269b; análogamente 965c); en la Gr. Conq. de Ultr.: «los tahures... con los dientes regañados se arremetían tan fieramente a los descreídos, que se pensaban que luego los querían comer» (268b3; otro análogo p. 272); regañar los dientes en el Conde Luc. (ed. Knust, 55.14). Pero también pasa a aplicarse a la boca: en J. Ruiz la zorra, acorralada dentro de la aldea «fízose como muerta, la boca regañada» (1414b); canar. regañar la boca ‘hacer con ella gestos y muecas’ (BRAE VII, 339); cuando en Alex. Agamenón mata al troyano Budeus «echólo muerto frío en tierra regañado» (P 509d) será forma abreviada de la expresión anterior; y aun puede generalizarse la idea de ‘abrir’1: «el cendal quando se estira / es forçado que regañe» (Gutierre de Toledo en el Canc. de Baena, n.° 164, v. 22), lo que se relaciona con el actual uso asturiano «la fruta que madura se revienta en el árbol, regaña; el madero que al sol y al agua se agrieta, regaña» (R); cat. reganyar ‘mostrar lo abultado de una parte del cuerpo poniéndola al descubierto’ (reganyar el cul, un pam de cuixa o de braç, les carns, etc.)2; salm. regañar ‘dejar tirante la tela al remendarla’, etc.

Pero estos desarrollos que acabo de exponer son secundarios, y lo más frecuente es que regañar se aplique a los dientes: «ahun que dañado, tu nunqua regañes / los dientes a Dios» en el Catón de Micer Gonzalo, rregañar «strido» en el glos. de Toledo, y este uso todavía se conserva dialectalmente en Asturias, en Aragón («regañeras: poner los dientes a descubierto contrayendo los labios» Coll A.), etc., mientras que la lengua común sólo lo ha conservado en la locución (hacer algo) a regañadientes; quedamos todavía cerca de este sentido con el matiz de ‘rechinar de dientes’: «regañar: frendeo» Nebr., «es hirrire como regañar, el qual linaje de boz es como el gañir del perro ravioso» APal. (194d). Por otra parte el sentido moderno de regañar lo anuncian ya frases como las siguientes: «ensañávanse en sus pensamientos e regañavan e apretavan los dientes contra él» (que Navarro Tomás, BDR I, 126, cita de los Evangelios e Epístolas del S. XV), «ringere es regañar como murmurar o reñir o ensañarse» APal. 420d. Y está ya bien claro a princ. S. XV en poesía de Juan A. de Baena «pues Illescas, viejo cano, / e Manuel el sevillano, / amos tienen de mí ssaña, / con mi lengua de guadaña / ... / juro a Dios que yo los vista / del paño de tyrytaña, / e veamos quien regaña» (Canc. n.° 357, V. 16), ac. consagrada desde el Siglo de Oro, p. ej. en el Quijote («todos gruñían, todos regañavan y todos se maldezían» II, lxx, 266). Cej. V, § 99.

En los demás romances encontramos la misma mezcla de las dos acs. fundamentales ‘enseñar los dientes’ y ‘reñir, reprender, dar muestras de enfado’, con predominio de la primera en portugués: «arreganhar: apartar os beiços, descobrindo os dentes, rindo, ou por convulsƟo», arreganhar os dentes para alguem «para fazer medo, ou sorrindo» ya en la Aulegrafia, med. S. XVI, olhando para a serpe muito arreganhado, a modo de colérico Mendes Pinto; por otra parte arreganhar os lábios ou bordas da ferida «abrir, apartar», arreganhar a castanha «abrir-se o ouriço» (Moraes); comp. ast. arregañar ‘regañar las frutas’ (V). Cat. reganyar es frecuente desde el S. XIV (Corbatxo, BDLC XVII, 43) tanto en el sentido transitivo de reganyar les dents [S. XV, Ag.]3 como en el intransitivo ‘refunfuñar, hablar a gritos y en son de queja’: «si los peresosos presomeixen de reganyar o de mal respondre quant són represos de llur ociositat dient: -Què n’havets vós a fer?» Eiximenis (Regiment, N. Cl. XIII, 131.9). El oc. reganhar es frecuente desde fines del S. XII, ‘enseñar los dientes’, ‘reñir, dar muestras de enojo’, en el catalán Guillem de Berguedà, pero también en Marcabrú, en la Cansó de la Crozada, Flamenca, Jaufré, etc.; hay regagnà «rechigner, montrer les dents, grommeler; rudoyer, gourmander, rebuter; saillir, être proéminent» (Mistral), La Teste (Gironda) s’arregagnà «se fâcher, montrer les dents de colère» (Moureau), Rouergue se regognà «grimacer...», regognà «montrer... une partie du corps...» (Vayssier), Alpes Cottiennes regaugnar «répondre avec aigreur» (Chabrand, donde hay influjo de gaugno «ouïe de poisson», «visage, trogne»). Finalmente el vocablo penetra también en Italia, en parte conservando su forma propia, como en Bolonia regagnar «contendere, intentare un processo», gergo de Bolonia ragågna ‘él habla’ (ARom. XXII, 260), otras veces con la vocal alteradas sea por influjo del it. digrignare ‘mostrar los dientes’4, de donde el milan. ant. righiniar ‘enseñar los dientes’5, sea por otras causas6, de donde Bergamo rengognà, reghegnà, «brontolare»7, milan. rognà, genov. rangugnâ «brontolare», corso rangugnà, Gallura rauññà, logud. sept. raunżare íd. (Parodi, Rom. XVII, 71-72; M. L. Wagner, ASNSL CXLVI, 224).

Prescindiendo de estas formas italianas, evidentemente alteradas, los demás romances coinciden en postular una base como *REGANIARE, que no sería difícil de explicar. Puesto que GANNIRE no sólo significaba ‘gañir, ladrar’, sino también, y aun con frecuencia, ‘gruñir’, ‘refunfuñar’, ‘dar voces en son de queja’, de ahí podríamos fácilmente derivar un *REGANNէUM que explicaría inmediatamente regaño, y del cual derivaría *REGANNIARE > regañar8. Creo, en efecto, que ahí está en último término la etimología. Regañar y enseñar los dientes corren parejas, y el perro, al cual se aplicaba naturalmente GANNIRE, muestra los dientes cuando ladra en son de amenaza. Sin duda en castellano son bastante tardíos los testimonios que encontramos del sustantivo regaño, pues aunque ya figura h. 1400 en el Glos. del Escorial, es en un sentido muy especial, que puede tener su explicación particular9, y más tarde hemos de esperar hasta el S. XVI (Aut.); pero no ocurre así en los demás romances, de suerte que si la fecha del cast. regaño no fuese sencillamente debida a un azar o a desatención de los lexicógrafos, habría de explicarse por causas peculiares a este idioma. El cat. regany ya se encuentra en el S. XIV («ab la ajuda de la serventa comensant-se arear, ab mil reguanys tots temps deya...» Corbatxo, BDLC XVII, 77), y hoy es palabra de uso aún más frecuente que el verbo10; en lengua de Oc reganh es frecuente ya en la Edad Media, y desde el S. XII (Marcabrú), bearn. arregàgn, Alpes Cottiennes regaugn «réponse aigre», etc.11.

Más seria es la dificultad que presenta el fr. rechigner «faire la grimace pour une chose à laquelle on a peine à se décider». Costaría mucho separar esta palabra francesa de sus hermanos romances, a los cuales se acerca tanto por la forma, y con los cuales casi se identifica semánticamente; más todavía si tenemos en cuenta que el fr. ant. rechignier, documentado desde el S. XII, valía «donner des marques de refus, de désapprobation» y que ya en este siglo aparece rechignier les denz «montrer les dents en grimaçant». Ya Schuchardt, ZRPh. XXI, 202, señaló el parentesco con el tipo meridional regañar y nadie le ha refutado eficazmente. Puesto que CACAT da fr. chie y JACET (pasando por *gieist) para en gît, ¿qué dificultad hay en admitir que rechigne procede de un anterior *rekaigne > *rekieigne? De hecho los antiguos textos del Hainaut y de Flandes tienen muy lógicamente rekignier, y esta forma se conserva hasta hoy en Normandía, Jersey, etc. Se dirá que viniendo Compiègne de COMPĔNDէA no hemos de esperar simplificación del triptongo en rechigne, pero importen mucho en nuestro caso las formas acentuadas en la terminación, y en éstas la comparación con chenu CANȢTUS por una parte, y con INGENIARE > engignier por la otra, nos hace esperar lógicamente el cambio de recheignier en rechignier; de hecho en dialectos del Este, y otros habitualmente reacios a la monoptongación, se conserva la e antigua: Metz rechegner «refuser de mauvaise grâce», Anjou rechégner «rendre de mauvaise humeur», Fourgs r’tseigni «rabrouer quelqu’un» y las varias formas francoprovenzales citadas por Wartburg. Más al Sur encontramos formas inequívocas que enlazan indisolublemente el fr. rechigner con el regañar meridional: St. Genis-les-Ollières (Lyon) rechagnî «grogner» (Rom. XX, 318), Terres-Froides rkañé, rkañí, rཙdzañí, rgñí «grogner, rechigner» (con rkañarȇ, -ȇla «grognon», rkaño «mauvaise humeur»), Delfinado recagnà, Vivarais rechagnà (Mistral), y seguramente el gasc. carragnà «grogner, grommeler, geindre» (Palay), metátesis de *racagnà; no faltan formas medievales del mismo tipo: «chascuns le rechaingne et menace» en la Passion de St. Estienne, «l’autre moitié de cez est an si grant froidure / qui rechainent de dans par la grant destroiture» (‘grincer des dents’, God. VI, 659c); así se elimina el aislamiento en que quedaba la forma vosguense rdȤǎñí «se montrer pétulante (d’une vache à l’étable)», única que Wartburg consentía en enlazar directamente con el cast. regañar y su parentela. Las etimologías germánicas que suelen achacarse al fr. rechigner tienen en realidad muy poca base: la de Wartburg (FEW II, 675-7) fránc. *KÎNAN, fundado en el neerl. med. kinen ‘henderse, rajarse’, gót. keinan, b. alem. ant. y a. alem. ant. kînan ‘brotar’, ‘reventar’, es evidente que no conviene en el aspecto semántico, por otra parte no explica la -gn- francesa (la variante antigua rechiner ―para la cual véase aquí, en el artículo RECHINAR ― es minoritaria y debe considerarse disimilada), para la cual se ve obligado Wartburg a echar mano de una contaminación, y el seudo-simple chigner, a juzgar por los datos del propio Wartburg12, es vulgar, reciente [1869] y de muy escasa difusión dialectal, por lo cual nadie dudará en calificarlo de formación regresiva13.

Está claro que se impone desechar de una vez todo esto y explicar rechigner junto con regañar. Sin embargo, un *RECANIARE derivado de CANIS en el sentido de ‘hacer como los perros, enseñar los dientes’, no me parece convincente como formación latina: siendo RE- prefijo verbal, haría falta un simple *CANIARE, del cual no encontramos huellas. Pero ya Schuchardt sugirió la idea de un cruce entre GANNIRE y CANIS, y ahí está la solución del problema: la mayor parte de los romances quedaron en la forma primitiva *REGANNIUM, *REGANNIARE, pero tratándose de una acción propia de canes, fué muy natural que el francés alterara el vocablo en *RECANNIARE; comp. it. rincagnarsi ‘poner cara de perro, torcer el gesto’, stare in cagnesco ‘tener cara de pocos amigos’, langued. faire la cagno «faire la grimace», prov. cagno «mine renfrognée», etc. (FEW II, 184a, en donde se incluye erróneamente el verbo de las Terres-Froides, arriba citado)14.

DERIV.

Regañada. Regañado. Regañamiento. Regaño (V. arriba). Regañón ‘el que acostumbra regañar’ [Aut.; «r., viento: boreas; aquilo», Nebr.; «regaño: zephirus» h. 1400, glos. del Escorial; ac. quizá explicable por los fuertes rumores que le acompañan]. Arregañar [1623, Correas].

1 A veces puede ser ‘abrir uno la boca al reírse’: «pareciéndome que a pocos de aquellos jaques podía ser mate, comencéme a reír con ellos, y sabe Dios que regañaba con muy fino miedo que a aquella sazón tenía», 2.ª parte anónima del Lazarillo, Rivad. III, p. 94.―

2 Comp. en el portugués de Beira «arreganhar: tornar-se hirto de frío: a creança está toda arreganhada» (RL II, 245).―

3 A veces también con generalizaciones como las asturianas y portuguesas citadas: «a cavall a qui hix lo sés... hages pegua e ensens, e pica-ho tot, e puis salpique’n l’estentino qui està de fora, e empeny-lo-li dins moltes vegades ab los dits, axí que li tenga hom reganyades les henjas [?] del budell», en la Manescalia de Batllori, AORBB V, 210 (S. XV o XIV).―

4 De la familia germánica del alem. greinen, a. alem. ant. grînan ‘torcer la boca’, ingl. groan.―

5 En Bonvesin, vid. Salvioni, Misc. Arturo Graf, 391-404.―

6 En parte puede haber prolongación del tipo provenzal alpino regaugnar, en parte influjo del it. agognare ‘pedir con avidez’ u otras palabras. También en gallego tenemos roñar por ‘regañar, rezongar, insultar’: «non paraba de roñar: lacazán, panarra, cangrena» (Castelao 234.4f.), pero ahí el cruce será con roxir ‘meter RUIDO’, cast. ant. ruir, o más bien con rosmar (Vall.) = roznar (vid. REBUZNAR).―

7 En la Leyenda de San Cristóbal, texto antiguo de la Alta Italia, se dice del diablo que ha visto la cruz: «per lo bosco el va con grande regegno», rimando en -egno, pero otros mss. traen regogno y rogogni (Litbl. XXI, 218).―

8 Scheler, en el Jahrbuch de Ebert, VIII, 82.12, señaló un lat. gannionem traducido por chinur (= rechigneur) en un glosario parisiense de la primera mitad del S. XII.―

9 Regaño en doc. toledano de 1191 (M. P., D. L. 261.15) parece significar ‘regadío’, y por lo tanto será (IR)RIGANEUM.―

10 La proporción entre la frecuencia del uso de las dos palabras es precisamente la inversa del castellano. Como en portugués Moraes todavía no registra arreganho (aunque sí Fig.), es posible que realmente el sustantivo sea más tardío en cast.-port., y que estos dos romances sólo heredaran del latín vulgar el verbo derivado *REGANNIARE. Desde luego, esto no es seguro. No sé cómo se explica el val. reguiny (Sanchis Guarner, RFE XXI, 121): ¿quizá influjo de guinyar?―

11 Podría pensarse en derivar regañar directamente de GANNIRE, sin el sustantivo intermediario, con sustitución directa de -IRE por -ARE, como parece ser la idea de A. Castro, Glos. Lat.-Esp., 298-9. Esto se apoyarla no sólo en el latín de glosas ingannatura ‘burla’ y en la familia romance INGANNARE, sino en las demás formas de latín vulgar que he citado s. v. ENGAÑAR. Pero las formas port., oc. e it. postulan imperativamente una base en -NIARE y no en -NARE. Así que el rodeo a través del sustantivo se hace necesario de todos modos.―

12 Agréguense las pocas formas citadas por Jud, VRom. III, 323.―

13 Los demás étimos germánicos ya han sido rechazados por otros; V. buenas razones en el FEW y en el EWFS contra la etimología de Gamillscheg y la de Förster (aceptada por el REW).―

14 Otro derivado de RE-GANNIRE sufrió el mismo influjo de CANIS: junto al vocablo rejaner ‘rebuznar’, ‘relinchar’, ‘mugir’, del Franco Condado, Morvan y Vosgos (RE-GANN-ARE, FEW IV, 53), ya documentado h. 1300, nació así el fr. ant. recaner, rechaner, sumamente común en estas mismas acs. (pero «grincer des dents» dos veces en Gautier de Coincy: God. VI, 659), y modernamente deformado en ricaner por influjo semántico y fonético de rire. Otra vez aquí se han empeñado los etimologistas en buscar imposibles etimologías germánicas: fránc. *KINNI ‘mandíbula, mejilla’. Wartburg, que con razón se negaba a seguir a Gamillscheg al atribuir a esta voz germánica el sentido ‘diente’, a propósito de la etimología de rechigner, aquí (FEW II, 690) no tiene escrúpulo en partir de esta ac. secundaria y local. Pero es evidente que esta etimología es insostenible desde todos los puntos de vista, y Bloch hizo muy bien en no aceptársela a Wartburg en su primera edición. En la segunda, este lingüista la ha introducido, pero no creo que nadie opine como él que esta enmienda era de las que «se imponían» (p. xxviii).